Es muy curioso, y a la vez da mucho miedo.
Cómo somos capaces de hacernos mucho bien o jodernos la existencia a nosotras mismas.
Seguro que has escuchado hablar del diálogo interno, sí ese monólogo constante que mantienes contigo misma, consciente o inconscientemente.
Porque crees que no, pero muchas veces, bueno, casi todo el tiempo, ni nos damos cuenta de las cosas que nos decimos. Y eso que nos pasamos todo el día hablándonos y diciéndonos cosas.
Hoy no quiero hablar sobre lo críticas que somos y cómo nos juzgamos constantemente, prefiero dejar eso para otro post, por la verdad es que da para muuuuuuucho. Es un tema muy interesante y hay mucha tela que cortar ahí, así que si quieres que hable sobre la voz crítica interna que todas tenemos, escríbeme y dímelo.
De lo que sí quiero hablarte hoy, es de tres cosas que me decía constantemente (y aún me pillo algunas veces diciéndolas, porque somos maravillosas e imperfectas, y sobre todo humanas) y que sin darme cuenta me hundían un poco más.
Bueno, ya te he contado más de una vez que mi autoestima no siempre ha sido maravillosa, y siempre, siempre, siempre, se puede mejorar, esto es un proceso, hay que tenerlo claro.
Lo bueno es que siempre vas aprendiendo nuevas herramientas, te vas conociendo y aceptando y eso te permite mejorar cada día y perdonarte y tener paciencia cuando la cagas.
Pero en los momentos en los que (aunque yo no era consciente) mi autoestima estaba más bajita tenía la tendencia a decirme estas tres cosas, que lo único que hacían eran tirarme un poquito más hacia abajo en el pozo de la falta de seguridad y confianza en mí misma.
Estas eran mis frases estrella para cuando algo o alguien se cruzaba en mi vida y sentía que yo debía de dar una respuesta que no tenía ganas de dar.
(*Nota importante: Las tres tienen un significado oculto, te lo explico después).
Frase estrella número 1: No es el momento.
La mejor manera para sentirme tranquila y darme tiempo para pensar un poco más. Bueno, en realidad quedarme tranquila y no tener que pensar sobre ello nunca más.
Surgía X (inserte conversación, acción por mi parte, evento, formación, trabajo o lo que sea) que me incomodaba, me sacaba de mi zona de confort o me daba miedo de narices y mi respuesta era: No es el momento o no es mi momento.
Y tan a gusto. La mejor manera de no hacer absolutamente nada. Ni enfrentarme a la conversación incómoda, ni tener que pensar en ese trabajo que me interesaba pero que me iba a sacar de mi zona cómoda o lo que fuera… 4 palabras y todo solucionado.
Eso me creía yo.
Frase estrella número 2: No lo necesito.
Una formación, un libro, una cena, unos pantalones…. Daba igual, yo siempre decía lo mismo.
Así, me evitaba el trago de tener que darme explicaciones de por qué estaba gastando, tiempo, energía y dinero en mí misma.
Con lo austera, minimalista, abnegada y autodidacta que soy yo, para qué iba a necesitar yo nada, si con muy poquito me vale y me sobra.
Con lo bien que se está en casa sin salir, lo bien que me quedan los pantalones de hace 5 años y la de cosas que puedo aprender yo solita en internet.
No, no lo necesito.
Mentira.
Frase estrella número 3: No estoy preparada.
La mejor manera de no enfrentarme a mis miedos. El de no hacerlo bien, el miedo a que me rechacen, el miedo a hacerlo bien, el miedo a destacar….
Cuando sepa un poco más y esté preparada lanzaré el curso para mejorar la autoestima que tanto deseo lanzar.
No estoy preparada para formar y enseñar.
Las redes no son para mí, yo soy psicóloga, no estoy preparada para hacer reels, o subir vídeos, no soy instagramer ni influencer.
O cualquier otra cosa…. No esta preparada para irme a vivir fuera de España, emprender mi negocio, tomar el control de mis cuentas, etc…
Miedos, miedos, miedos.
¿Te cuento lo que significa cada una de esas frases?
No es el momento = No soy capaz.
Es una total falta de confianza en mí misma, no me siento capaz de enfrentarme a ello, sea una conversación incómoda, una formación, un proceso de crecimiento personal, un trabajo nuevo.
Da igual significa no creo en mí. Y cada vez que me decía, “no es el momento” lo que estaba diciéndome en realidad es “no confío en mí misma, no creo en mí, no soy capaz”.
Y mi confianza, disminuía.
No lo necesito = No lo merezco.
Ese sentimiento de tener que hacer lo imposible para creer que merezco algo, cuando la realidad es que solo por ser yo misma, así sin más, merezco toda la felicidad del mundo, merezco todo lo bueno que pueda pasarme, merece éxito, merezco ser feliz. Como lo merecemos todas.
Pero cada vez que me digo “no lo necesito” lo que escucho realmente es “no me lo merezco” y eso me hace sentir pequeña, y me obliga a esforzarme el triple y a querer ser perfecta, lo cual es imposible y vivir tratar de alcanzar la perfección es hacerte esclava y condenarte al “no mereces nada” para siempre.
Y mi confianza baja al sótano de la confianza, o más bien a la ultratumba.
No estoy preparada = No soy suficiente.
Decirme que no soy suficiente es compararme constantemente y siempre salir perdiendo. Porque ese “no estoy preparada” es un “no soy suficiente” y nada lastima más la autoestima que no sentirte suficiente.
Pensar que nunca lo vas a lograr, que siempre te va a faltar algo, cuando la realidad es que ya lo tengo todo. Puedo mejorar, sí, pero ya tengo todo l o que necesito para dar pasos, para hacer, para crecer, para dar lo mejor de mí.
Todo eso, es suficiente. Es mucho más que suficiente.
Mi remedio para dejar de decirme esas tres cosas fue una sola cosa: Acción.
Demostrarme que sí soy capaz, que soy merecedora y que soy suficiente para lo que me de la gana.
No se trata de lograr la perfección, se trata de demostrarme que esas frases están equivocadas, y las tres las he combatido moviendo el culo.
- Siempre es el momento. De tener esa conversación desagradable y liberarme, de formarme y crecer, de aprender más, de lanzarme en ese trabajo aunque me de miedo, de renovar mi web y dar lo mejor de mí misma.
- Si lo necesito, me lo doy. Porque lo merezco, merezco aprender y desarrollarme, por eso me endeudé más aún para hacer la formación que sí necesito y que sí merezco (esto te lo contaré bien en otro post, porque qué narices, si me endeudo pagando impuestos ¿por qué no lo voy a hacer creciendo y haciendo que mi trabajo sea mejor aún y aporte mucho más?), merezco salir a cenar y darme unas vacaciones, por supuesto que sí, y eso hago.
- Y sé que estoy preparada y soy lo suficientemente valiente como para atreverme a lanzar El Color Secreto y compartir con otras mujeres todo lo que sé para que sean las mujeres confiadas que desean ser, para que no se sientan insuficientes y para disfruten de su momento y de su vida sintiendo que merecen toda la felicidad del mundo.
La acción me da pruebas, de que soy capaz, de que merezco y de que soy más que suficiente. Y eso hace que mi autoestima aumente y mejore cada día. Mejora mi confianza, me siento capaz y más motivada.
María Langenheim
Y gracias a todo esto, puedo ayudar a otras mujeres.
- Mujeres que han mejorado relaciones de pareja y de familia,
- Mujeres que han dejado de tener conflictos en casa porque se sienten mejor con ellas mismas.
- Mujeres que han empezado a mirarse al espejo con ojos nuevos y se quieren.
- Mujeres que han reducido su ansiedad y han empezado a conectar con ellas mismas.
- Mujeres que han comenzado a gestionar mejor sus emociones y se sienten en paz.
Y todo so no habría ocurrido si hubiera seguido diciéndome y creyéndome constantemente esas tres frases.
He pasado a la ACCIÓN, he creado El Color Secreto (que abrirá de nuevo sus puertas el 21 de Septiembre) y tengo la agenda lista para continuar haciendo acompañamientos individuales con mujeres que también han decidido pasar a la ACCIÓN y dejar de sentir que no merecen, que no son suficientes o que no son capaces de mejorar sus vidas.
Espero que tú no te digas estas cosas, que te hables mejor y que si lo haces, este post te haya servido para comenzar a hablarte bien y sobre todo pasar a la ACCIÓN.
Si crees que sola no puedes y deseas que te acompañe, puedes apuntarte a la lista de espera de El Color Secreto en este enlace: Lista prioritaria de El Color Secreto.
Y si no quieres esperar y deseas empezar a sentirte bien contigo misma, mejorar tu autoestima, tener claras tus metas o cualquier otro objetivo, escríbeme a info@flowsoulyoga.com trabajaremos juntas mano a mano para que logres tus objetivos en solo 7 sesiones.
Escríbeme, si quieres dejar de decirte “No es mi momento”, “No lo necesito” y “No estoy preparada” y quieres apostar por ti misma y tener una autoestima a prueba de bombas.
Espero que este post te haya ayudado.
Con cariño,
María.